¿Cuáles son las causas de la microdoncia? ¿Cómo se puede tratar?

En la mayoría de los casos, la microdoncia dental no supone un problema para la salud o funcionalidad de la boca. Es decir, esta suele ser una alteración que no dificulta actividades cotidianas, como comer.
Sin embargo, sí es cierto que la microdoncia puede afear la sonrisa. Y, por este motivo, son muchas las personas que acuden a nuestras clínicas dentales en busca de un tratamiento que corrija la alteración.
El aspecto positivo de la microdoncia es que, dado que no compromete ni la salud ni la funcionalidad de la boca, puede solucionarse de manera relativamente sencilla.
¿Qué es la microdoncia?
La microdoncia es una alteración que tiene lugar cuando una persona presenta uno o varios dientes excesivamente pequeños en comparación con el resto de la boca.
En el extremo opuesto a la microdoncia se sitúa la macrodoncia, una anomalía que se caracteriza, precisamente, por lo contrario. Es decir, las personas que presentan macrodoncia cuentan con unos dientes más grandes de lo habitual.
Causas de la microdoncia
En la inmensa mayoría de los casos, las causas de la microdoncia son genéticas o hereditarias. Por ello, esta alteración tiene su origen durante la gestación, antes del nacimiento de la persona.
- Causas genéticas: la microdoncia es propia de personas que padecen determinadas enfermedades o trastornos genéticos, como el enanismo hipofisario.
- Causas hereditarias: es muy frecuente que quienes presentan unos dientes más pequeños de lo habitual tengan un padre o una madre con microdoncia.
Tipos de microdoncia
Existen tres clases de microdoncia, en función del origen de la anomalía y de su grado de afectación: parcial, generalizada y relativa.
- Microdoncia parcial: es el tipo de microdoncia más habitual. Se produce cuando la alteración afecta a un único diente. Por lo general, los dientes más propensos son los incisivos laterales superiores, los premolares y los terceros molares (muelas del juicio).
- Microdoncia generalizada: tiene lugar cuando todos los dientes están afectados por la anomalía. Sin embargo, este tipo de microdoncia es muy poco frecuente. De hecho, es la que se da en las personas que padecen enanismo hipofisario.
- Microdoncia relativa: la microdoncia relativa tiene su origen en un hueso maxilar excesivamente grande y desarrollado. Como consecuencia de ello, las piezas dentales parecen muy pequeñas.
Los principales tratamientos dentales para corregir la microdoncia son las coronas, las restauraciones y las carillas.
¿Cómo se puede tratar la microdoncia?
En la mayoría de los casos, la microdoncia no afecta a las funciones bucodentales, por lo que las razones para tratarla son únicamente estéticas. Los tratamientos para corregir la microdoncia son los siguientes:
1- Coronas dentales
Una corona dental -llamada coloquialmente “funda”– es un tipo de prótesis que se coloca encima de los dientes que están afectados por la microdoncia. Es decir, encima de la propia corona natural del paciente.
Las coronas se realizan en un laboratorio y a medida de cada persona, con el objetivo de que se mimeticen con el resto de dientes. Por ello, además de diseñar el tamaño, se tienen en cuenta otros aspectos estéticos de la pieza dental, como el color o la forma.
En lo que respecta a los materiales, existen coronas de zirconio, de porcelana y de metal-porcelana. Las primeras son las más estéticas, por lo que están especialmente indicadas en los casos de microdoncia en dientes muy visibles al sonreír, como los incisivos.
2- Restauraciones dentales
La restauración dental es un tratamiento que se realiza con composite, un material sintético que imita el color del diente. Para realizar este tratamiento, el dentista añade composite a la pieza dental afectada por la microdoncia, a la vez que da forma y aumenta el tamaño del diente.
Al contrario que la corona, que se encarga a un laboratorio dental, la restauración es un tratamiento que se realiza en la propia clínica, de manera manual por el dentista. Por ello, la restauración es uno de los tratamientos más sencillos con los que se puede corregir la microdoncia.
3- Carillas dentales
Las carillas dentales son unas láminas muy finas de porcelana o de composite que se adhieren al diente para aumentar su tamaño. Cuando la microdoncia afecta a una persona adulta, lo más adecuado suele ser colocar una carilla de porcelana.
Esto se debe a que dicho material es mucho más estético, duradero y resistente. En cambio, si quien padece la microdoncia es un niño, un adolescente o una persona que no ha completado su desarrollo dental, se debe escoger una carilla de composite.
Y es que, en estos casos, la carilla de composite cuenta con la ventaja de ser reversible. Es decir, una vez completado el crecimiento dental, se puede retirar fácilmente para colocar una carilla de porcelana.
A pesar de que la microdoncia dental sea una anomalía relativamente sencilla de tratar, lo más recomendable es acudir al dentista para que realice una valoración del caso y determine cuál es el tratamiento más adecuado. En las clínicas dentales Abaden, siempre escogeremos el procedimiento más sencillo, menos invasivo y que ofrezca una duración a largo plazo.
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