Prevenir la pérdida de hueso

El hueso alveolar es el hueso que mantiene el diente en el hueso de la mandíbula y responde a la tensión ejercida sobre el mismo. Una particularidad importante es su capacidad de cambio. El hueso alveolar puede llegar a ser reabsorbido (se pierde) por varias causas.
Las principales causas de la pérdida de hueso son:
- Pérdida o extracción de dientes.
- Periodontitis (más comúnmente conocida como piorrea o enfermedad periodontal).
- Envejecimiento.
- Traumatismos.
- Osteoporosis.
¿Cómo prevenirlo?
La solución más segura para evitar la pérdida de hueso es la sustitución inmediata de los dientes perdidos con implantes dentales. Existen puentes y dentaduras removibles, pero no realizan la misma función que un diente natural. El implante dental sustituye la raíz del diente y mantiene el hueso, la forma y la anatomía del diente natural y evita la retracción gingival.
En el modo normal, el hueso alveolar se mantiene por mecanismos naturales. Pero después de la pérdida de los dientes, comienza a reabsorberse gradualmente. La colocación de los implantes dentales depende directamente de la cantidad y la calidad del hueso. Si ha pasado mucho tiempo tras la pérdida, puede ser necesario un injerto óseo previo a la colocación de los implantes
Un tratamiento de implantología puede lograr el resultado deseado, en funcionalidad y estética, sin contar los beneficios para la autoestima.
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