¿Cómo es el postoperatorio de la cirugía ortognática? ¿Cuánto tiempo dura?

La cirugía ortognática es una intervención compleja, con un postoperatorio que puede resultar molesto y que altera, durante unos días, la rutina del paciente (trabajo, alimentación, sueño…).
Por ello, es imprescindible que cualquier persona que recurra a la cirugía ortognática conozca de antemano cómo va a ser su postoperatorio, cuánto tiempo dura y qué consejos se deben seguir para que sea más llevadero.
Síntomas después de una cirugía ortognática
Tras una cirugía ortognática, es habitual que los pacientes presenten una serie de síntomas. Dichos síntomas pueden aparecer desde los primeros minutos, una vez que el paciente se despierta de la anestesia.
Dolor en la garganta
Este es un síntoma que no obedece a la cirugía ortognática en sí, sino a la manera en la que se ha realizado. La intervención se lleva a cabo con el paciente intubado, por lo que es habitual presentar molestias o picor en la garganta durante el postoperatorio (especialmente a la hora de tragar).
Congestión nasal
La cirugía ortognática es una operación que afecta a los senos maxilares, que se encuentran en la zona de la nariz. Por ello, entra dentro de la normalidad que el paciente presente congestión nasal (nariz “taponada”).
Sangrado nasal
Al igual que en el caso anterior, el sangrado nasal también es uno de los síntomas más comunes. Sin embargo, no aparece en todos los casos.
Inflamación
Tras una cirugía ortognática, lo más habitual es que la cara alcance su pico de máxima inflamación durante las primeras 72 horas.
Hematoma
Los hematomas o cardenales son uno de los síntomas más visibles durante el postoperatorio de la cirugía ortognática. Pueden llegar a durar alrededor de una semana y extenderse a lo largo de la cara, hacia el cuello.
¿Qué hacer después de una cirugía ortognática?
El postoperatorio de la cirugía ortognática requiere que el paciente siga una serie de consejos. De esa manera, la recuperación será más rápida y llevadera.
Dormir ligeramente incorporado
Durante los primeros días, es importante acostarse bocarriba (nunca de lado) y con la cabeza elevada. Para ello, puedes usar doble almohada.
No sonarse
Está contraindicado sonarse la nariz mientras dura el sangrado, ya que el hacerlo contribuye a que se produzca una hemorragia mayor.
Una vez que la sangre coagula, se formarán unas incómodas costras duras, que serán muy molestas y te impedirán respirar con normalidad. Por tanto, cuanto más sangres, más costras se formarán.
Para evitar la congestión, resulta recomendable recurrir a un suero descongestionante, que se puede adquirir fácilmente en farmacias.
Tomar una dieta líquida la primera semana
Este es uno de los consejos más importantes durante el postoperatorio. La alimentación de los primeros días debe ser líquida. Por tanto, puede basarse en caldos, batidos, zumos, leche o yogures líquidos. Y, por supuesto, en agua para mantenerse hidratado.
Además, para que alimentarse cueste el menor esfuerzo posible, lo más cómodo suele ser utilizar una pajita o, incluso, una jeringa. De esa manera, la zona de la boca permanecerá más relajada y se recuperará antes.
El postoperatorio de la cirugía ortognática requiere que el paciente tenga paciencia. Sin embargo, los esfuerzos iniciales se ven ampliamente recompensados con la mejora en la calidad de vida que conlleva la intervención.
Cambiar a una dieta blanda la segunda semana
Si el paciente se encuentra bien, a partir de la segunda semana podrá comenzar con una dieta blanda. Por ejemplo, que cuente con alimentos como tortillas, pescados al horno o al vapor, pasta muy hecha, verdura muy cocida o pan de molde.
Si la recuperación transcurre según lo previsto, el paciente podrá introducir el resto de alimentos en su dieta a partir de la tercera semana. Es decir, podrá comer lo que consume habitualmente pero evitando las comidas más duras (frutos secos, corteza de pan, carnes fibrosas, etc.).
Cepillarse los dientes con suavidad
Aunque durante los primeros días se ingiera una dieta líquida, es imprescindible cepillarse los dientes. En caso contrario, el paciente correrá el riesgo de que aparezca una infección que complique su postoperatorio.
Eso sí, es fundamental utilizar un cepillo de dientes quirúrgico, que tiene unas cerdas especialmente suaves. Y, además, ser especialmente cuidadoso en la zona donde están los puntos, para evitar que se salten.
En caso de que se tenga un irrigador (aparato que expulsa agua a presión), estos días será una herramienta de gran ayuda. Este aparato contribuye a limpiar la boca y eliminar las bacterias, pero sin causar daños a los puntos.
No fumes
El humo del tabaco contiene sustancias vasoconstrictoras. Es decir, que contraen los vasos sanguíneos, disminuyen el flujo de sangre y ralentizan el proceso de cicatrización.
Si esto sucede, el paciente será más vulnerable a complicaciones o infecciones durante el postoperatorio de la cirugía ortognática. Por tanto, no se debe fumar hasta pasado un mes de la cirugía.
Evita el deporte de contacto
Durante los primeros días, solo estará recomendado salir a andar. Tres o cuatro semanas después de la cirugía ortognática, el paciente podrá comenzar a introducir deporte más intenso en su rutina. Eso sí, evitando cualquier tipo de impacto o movimiento brusco.
Por su parte, los deportes de contacto no se podrán practicar hasta pasados tres meses de la intervención.
Después de conocer todos estos síntomas y recomendaciones durante el postoperatorio, mucha gente se pregunta si la cirugía ortognática merece la pena. Nuestra opinión como dentistas es clara.
La cirugía ortognática es una intervención compleja, pero quienes se plantean recurrir a ella es porque experimentan numerosos inconvenientes en su día a día. Dichos inconvenientes se trasladan a dificultades a la hora de comer, hablar o respirar. Y, por si fuera poco, estos pacientes también suelen sufrir alteraciones estéticas que empeoran su apariencia.
Por ello, es una realidad que el postoperatorio puede resultar molesto durante algunos días o semanas. Sin embargo, el paciente podrá beneficiarse de los efectos de la cirugía ortognática durante el resto de la vida.