¿Por qué se mueven los dientes?

¿Sientes que tus dientes se mueven? Las causas de esta condición pueden ser muy diferentes y, por eso, es esencial que acudas a tu dentista para que examine tu boca y encías y averigüe qué está sucediendo. Ten en cuenta que nuestros dientes están unidos al hueso mediante el ligamento periodontal, por tanto, no están soldados a la mandíbula y pueden moverse.
Desde Abaden Dentistas queremos responder tus dudas acerca de por qué se mueven los dientes y, por eso, en este artículo vamos a descubrirte las causas más frecuentes de que tengas movilidad en alguna de tus piezas dentales.
El movimiento de los dientes
En ocasiones puede darse el caso de que un paciente padezca movilidad en uno o varios dientes. Aunque en un principio puede ser una situación alarmante, lo cierto es que no se trata de un hecho excesivamente preocupante. Un diente puede moverse, pero no por ello tiene que caerse; esto solo ocurre si existe una pérdida de inserción en el hueso.
Debes prestar atención al tipo de movimiento que tiene tu pieza dental: si es suave o si es más fuerte. De todos modos, lo que desde Abaden Dentistas te recomendamos es que reserves cita con nosotros o con tu clínica dental. Solamente un profesional de la salud podrá determinar la condición que está afectando la salud de tus dientes y darte el mejor tratamiento para ello.
Causas de la movilidad de los dientes
Para saber por qué se mueven los dientes es importante que prestemos atención a las diferentes condiciones que afectan la salud bucodental y que pueden hacer que aparezca esta movilidad. Hay diferentes enfermedades que pueden ocasionar que los dientes se muevan y, a continuación, te indicaremos las más comunes.
Periodontitis
La enfermedad más propensa a generar movimiento en los dientes es la periodontitis. Esta afección causa una inflamación en la zona que está alrededor del diente y surge cuando el paciente ha sufrido una gingivitis, pero no se la ha tratado correctamente. Junto al diente se crea una especie de “bolsa” en las que se va acumulando placa bacteriana; esta, termina afectando los tejidos que sujetan el diente y, por eso, aparece la movilidad. Se debe actuar de inmediato, puesto si la placa termina afectando el tejido de soporte, el diente puede aflojarse y terminar cayendo.
Traumatismos
No debemos olvidar que los dientes también pueden caerse a causa de golpes o traumatismos sufridos en la cara o en la mandíbula. Deportes de contacto como el fútbol o el baloncesto, o caídas al suelo pueden hacer que las piezas dentales se muevan al recibir el impacto de forma directa. El diente puede acarrear una serie de lesiones como una rotura parcial, que se astille o una fractura total.
En el caso de que hayas padecido un traumatismo dental, es importante que acudas a tu dentista de forma inmediata. De esta forma, el profesional podrá determinar cuál es el tratamiento que debe llevarse a cabo para reducir los dolores y, también, evitar que el diente se pierda.
Parafunción oral
Y otro de los motivos por los que se mueven los dientes puede ser por la existencia de la parafunción oral, es decir, apretar la mandíbula con fuerza. Este acto suele ser involuntario y la persona que lo realiza ni siquiera se percata de ello; sin embargo, las piezas dentales sí que sufren la presión y pueden terminar debilitándose sobremanera. El bruxismo, por ejemplo, es un tipo de parafunción oral, pero hay otras.