Piorrea: ¿cuáles son sus síntomas y cómo se trata?

Piorrea: ¿cuáles son sus síntomas y cómo se trata?
Índice 1.- ¿Qué es la piorrea?2.- ¿Cómo aparece la piorrea?3.- ¿Cuáles son las causas de la piorrea?4.- Factores de riesgo de la piorrea5.- Síntomas de la piorrea6.- ¿La piorrea se cura?7.- ¿Cuál es el tratamiento para la piorrea?7.1.- Raspado y alisado radicular7.2.- Tratamiento antibiótico7.3.- Cirugía periodontal7.4.- Tratamiento casero8.- ¿La piorrea es contagiosa?9.- ¿Cómo prevenir la piorrea?10.- Conclusiones11.- Bibliografía

Es común que a lo largo de nuestra vida hayamos escuchado hablar de la piorrea. También, con suma seguridad, la hemos visto o sentido en los demás.

Esto se debe a que la piorrea -también llamada periodontitis– es una de las enfermedades dentales que más rastro deja en materia de salud e imagen.

De hecho, una de sus consecuencias más evidentes, si no se trata correctamente, es la caída de los dientes.

En este artículo queremos mostrarte cuál es el tratamiento y los síntomas que tiene esta enfermedad periodontal.

Nuestro objetivo es que conozcas más detalles de la patología y evites la piorrea avanzada o severa, que es la que más estragos ocasiona.

Acudir al dentista es primordial para poder prevenirla y frenarla cuanto antes. Por tanto, si sospechas que padeces periodontitis, te aconsejamos que no demores tu visita a la clínica dental.

¿Qué es la piorrea?

La piorrea es una enfermedad periodontal que tiene una gran incidencia entre la población adulta. Afecta a los tejidos que sostienen los dientes (encías y hueso alveolar) y se produce por la acumulación de bacterias en la boca. Dicha acumulación de bacterias se debe, a su vez, a la falta de cepillado tras las comidas.

Además de otros muchos síntomas, la piorrea, en sus estados más graves o avanzados, provoca la pérdida de piezas dentales.

¿Cómo aparece la piorrea?

La piorrea comienza con la acumulación de placa bacteriana alrededor de los dientes. Por lo general, esta enfermedad resulta de una gingivitis mal tratada. La gingivitis corresponde, por tanto, a la primera fase de la enfermedad periodontal. Sin embargo, cuando la gingivitis no se trata adecuadamente, deriva en una piorrea.

Si la placa bacteriana no se elimina con el cepillado, con el tiempo se endurecerá y se convertirá en sarro. Ese sarro ya no se podrá retirar con el cepillado y provocará, si no se elimina mediante una limpieza bucodental profesional, daños en las encías.

Cuanto más tiempo se tarde en tratar la enfermedad, más avanzará. Y, con ello, el daño que causará será también más profundo.

Y es que, la piorrea tiene la capacidad de formar lo que llamamos bolsas periodontales. Las bolsas periodontales son depósitos que se crean en las encías para albergar las bacterias.

A medida que avanza la enfermedad, estas bolsas periodontales se harán cada vez más profundas, por lo que irán alojando mayor cantidad de bacterias.

En última instancia, estas bacterias tendrán la capacidad de dañar, además de las encías, el hueso que actúa de soporte del diente.

Y, con ello, se producirá la movilidad y posterior caída de las piezas dentales.

¿Cuáles son las causas de la piorrea?

Como hemos avanzado previamente, la falta de higiene bucodental es la causa principal de la piorrea. Si una persona no se cepilla los dientes tras las comidas, los restos de alimentos quedarán retenidos en la boca, dando lugar al desarrollo de bacterias.

Adicionalmente, la piorrea puede estar causada por una técnica de cepillado incorrecta. En estos casos, el paciente se cepilla pero no lo hace adecuadamente. Por ejemplo, porque no llega a determinadas zonas, porque se olvida de algunos dientes o porque se cepilla durante menos de dos minutos.

En estos casos, la consecuencia es la misma: la placa bacteriana se acumula alrededor de los dientes y, con el tiempo, aparece la piorrea.

Factores de riesgo de la piorrea

Tal y como hemos explicado, una higiene oral insuficiente es la principal causa de la piorrea. Sin embargo, existen una serie de factores de riesgo que pueden desencadenar la enfermedad:

  • Herencia genética.
  • Edad.
  • Tabaquismo.
  • Cambios hormonales, especialmente aquellos que se producen durante el embarazo y la menopausia.
  • Obesidad.
  • Déficit de vitamina C.
  • Medicamentos que causan xerostomía (boca seca).
  • Enfermedades o tratamientos que debilitan el sistema inmunitario, como el VIH (sida) o el cáncer.
  • Enfermedades sistémicas, como la diabetes, la artritis reumatoide o la enfermedad de Crohn.

Síntomas de la piorrea

Si sospechas que puedes padecer piorrea, lo más recomendable es hacer una visita a tu dentista o periodoncista para que te explore.

En cualquier caso, vamos a hacer un repaso de los principales síntomas que presenta esta enfermedad. Y, por consiguiente, te vamos a ayudar a determinar en qué circunstancias debes ponerte en estado de alerta:

  • Encías inflamadas.
  • Encías enrojecidas: las encías sanas presentan un tono rosado. El hecho de que adquieran un color rojo intenso o brillante puede ser un síntoma de piorrea.
  • Encías retraídas.
  • Sangrado de encías: dicho sangrado puede producirse de manera espontánea, al cepillarse los dientes o al comer.
  • Sensibilidad o dolor en los dientes, especialmente en la zona de la raíz.
  • Halitosis o mal aliento: el mal sabor u olor de boca está provocado, directamente, por la presencia de bacterias en la boca.
  • Absceso dental: la piorrea es, en definitiva, una infección. Y, por ello, da lugar a la acumulación de pus.
  • Bolsas periodontales: estos depósitos se forman por debajo de la línea de las encías y sirven para albergar las bacterias. Cuanto más avanza la piorrea, más grandes se hacen las bolsas.
  • Movilidad de alguna pieza dental.
  • Caída de los dientes: este es uno de los síntomas más graves de la piorrea. Y es que, la consecuencia última de la enfermedad es la pérdida de piezas dentales.
La piorrea no tiene cura pero se puede controlar mediante raspados y alisados radiculares, así como con un correcto seguimiento por parte del dentista.

¿La piorrea se cura?

La piorrea es una enfermedad que no tiene cura. Es una patología crónica que presenta una alta recidiva. Esto significa que tiende a reaparecer con el paso del tiempo, especialmente cuando el paciente descuida su higiene oral.

Por tanto, las personas que han sufrido una vez piorrea suelen padecer varios episodios de la enfermedad a lo largo de su vida. Dicho esto, la piorrea es una enfermedad que, aunque no tiene cura, se puede controlar con el tratamiento adecuado.

¿Cuál es el tratamiento para la piorrea?

Una vez diagnosticada la piorrea, es necesario elaborar un tratamiento a medida del paciente:

Raspado y alisado radicular

Todos los pacientes que padecen piorrea deberán someterse a un raspado y alisado radicular, comúnmente llamado curetaje.

Mediante unos instrumentos denominados curetas, el profesional retirará el sarro almacenado por debajo de la línea de las encías, en las bolsas periodontales. Además, dejará la superficie de la raíz limpia y lisa. Esto último se hace para eliminar los posibles recovecos en los que pueden almacenarse las bacterias.

Tratamiento antibiótico

Al ser la piorrea una infección, algunos pacientes necesitan que nos apoyemos en diferentes combinaciones de antibióticos para controlar el proceso infeccioso. Sin embargo, el tratamiento antibiótico no se pauta en todos los casos.

Cirugía periodontal

La cirugía periodontal tampoco se emplea en todos los pacientes que padecen piorrea. Este tratamiento solo resulta necesario cuando el raspado y alisado radicular no ha servido para eliminar todas las bacterias. Esto puede suceder cuando la persona presenta unas bolsas periodontales demasiado profundas.

Tratamiento casero

Sea cual sea el caso, todos los pacientes que han sufrido piorrea deberán extremar las medidas de higiene en casa para evitar o retrasar la reaparición de la enfermedad.

Para ello, es fundamental cepillarse los dientes correctamente después de cada comida durante, al menos, dos minutos. Además, una vez al día se deberá usar hilo dental.

¿La piorrea es contagiosa?

La piorrea no está considerada una enfermedad contagiosa, en el sentido estricto de la palabra. Es decir, no es posible contraer esta patología por el simple hecho de mantener un contacto estrecho con una persona afectada.

Dicho esto, hay que tener en cuenta que las bacterias que provocan la enfermedad periodontal pueden transmitirse entre personas a través de la saliva. Esto significa que besarse o compartir utensilios de uso personal (cubiertos, cepillos de dientes…) pueden exponernos a dichas bacterias.

Sin embargo, esta exposición no implica necesariamente que se desarrolle la enfermedad. Como hemos explicado en este artículo, existen una serie de causas y factores de riesgo (higiene oral, genética, sistema inmunológico, dieta, tabaquismo…) que juegan un papel determinante a la hora de desarrollar la enfermedad.

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¿Cómo prevenir la piorrea?

Los principales consejos para prevenir o mantener controlada la piorrea son los siguientes:

  • Cepíllate los dientes después de cada comida: hazlo durante al menos dos minutos y asegúrate de cepillar todas las superficies de tus dientes, incluyendo las zonas de difícil acceso.
  • Usa hilo dental todos los días: emplea el hilo en el último cepillado del día, antes de ir a dormir.
  • Deja de fumar o, al menos, reduce el número de cigarros diarios todo lo posible.
  • Limita el consumo de alcohol.
  • Aliméntate de manera saludable: no olvides incluir en tu dieta alimentos ricos en vitamina C (limón, naranja, pomelo, pimiento, frambuesa, coliflor, papaya, kiwi, etc.).
  • Controla tu estado de salud: en la medida de tus posibilidades, mantén cualquier enfermedad que tengas lo más controlada posible.
  • Visita al dentista regularmente: acude a la clínica dental cada seis u ocho meses para que pueda revisar el estado de tus encías y para que programe mantenimientos periodontales periódicos. Los mantenimientos son limpiezas bucodentales exhaustivas que sirven para eliminar la placa bacteriana y el sarro.

Conclusiones

Tener una higiene dental adecuada te ayudará a prevenir muchas enfermedades que, con el paso del tiempo, pueden afectar a tu calidad de vida.

La piorrea tiene solución. Pero hay que estar atentos a posibles síntomas, que van desde sangrado, inflamación o mal olor.

Si has notado algún cambio en tu salud o imagen dental, acude al dentista para que valore tu caso cuanto antes.

Como en casi todo, el tiempo juega un papel fundamental y, cuanto antes se ataque el problema, más sencilla resultará la solución.

Eso sí, si ya tienes piorrea no caigas en la tentación de recurrir a remedios caseros o naturales que puedas encontrar por Internet.

Leas lo que leas, debes tener claro que la periodontitis es una enfermedad que solamente se puede controlar con tratamiento odontológico profesional.

Si quieres que revisemos el estado de tus encías, no dudes en acudir a una primera consulta en nuestras clínicas dentales.

Bibliografía

Escudero-Castaño, N., Perea-García, M.A., & Bascones-Martínez, A.. (2008). Revisión de la periodontitis crónica: Evolución y su aplicación clínica. Avances en Periodoncia e Implantología Oral, 20(1), 27-37.

Bascones Martínez, A., & Figuero Ruiz, E.. (2005). Las enfermedades periodontales como infecciones bacterianas. Avances en Periodoncia e Implantología Oral, 17(3), 147-156.

Dra. Nuria Obradors
Dra. Nuria Obradors

Cirujana e implantóloga

La Dra. Núria Obradors ejerce en las áreas de Cirugía Oral y Periodontal, Cirugía Implantológica y Rehabilitación Protésica en las clínicas Abaden.

Licenciada en Odontología | Universitat Internacional de Catalunya.

Residencia Clínica en Cirugía Maxilofacial | Tufts University School of Dental Medicine (Boston, MA, USA)

Residencia Clínica en Implantología Oral | Universitat Internacional de Catalunya (UIC)