Injerto óseo dental: la solución para colocar implantes a pacientes con poco hueso

Injerto óseo dental: la solución para colocar implantes a pacientes con poco hueso
Índice 1.- ¿Qué es un injerto de hueso dental?2.- ¿Por qué se realiza?3.- ¿De dónde se obtiene el hueso para realizar el injerto?4.- ¿Qué tipos de injerto de hueso hay?5.- ¿En qué consiste el tratamiento?5.1.- Planificación5.2.- Cirugía6.- ¿Es doloroso el injerto de hueso dental?7.- ¿Qué cuidados debo seguir tras el injerto de hueso?8.- ¿Puedo experimentar complicaciones tras el injerto de hueso?9.- ¿Existe alguna alternativa al injerto de hueso?

El injerto de hueso es un procedimiento relativamente habitual en las cirugías de implantes dentales. Sin embargo, no es necesario recurrir a él en todos los casos.

 

En el presente artículo te vamos a contar en qué consiste, exactamente, este tratamiento y cuándo se lleva a cabo.

 

¿Qué es un injerto de hueso dental?

El injerto de hueso es un tratamiento que se realiza en algunos pacientes que se van a someter a una cirugía implantológica.

 

Concretamente, se lleva a cabo en los casos en los que la persona no tiene suficiente cantidad de hueso para colocar los implantes.

 

Es decir, cuando su soporte óseo es tan escaso que no permite fijar los implantes y que estos queden sujetos a él.

 

La principal razón de no tener suficiente cantidad de hueso es que, cuando se pierden los dientes, el hueso se empieza a reabsorber.

 

Por tanto, los pacientes que necesitan un injerto de hueso son aquellos que perdieron sus dientes hace varios años, y que no los reemplazaron por implantes.

 

 

¿Por qué se realiza?

Como ya hemos señalado, el injerto de hueso dental se lleva a cabo en los pacientes que no tienen suficiente hueso para anclar a él los implantes.

 

Y es que, si dichos implantes se colocaran en una zona con escaso hueso -ya sea en el maxilar  superior o en la mandíbula- tendrían un alto riesgo de fracaso.

 

Es decir, lo más posible es que los implantes se cayeran o empezaran a ocasionar inconvenientes poco tiempo después de haber realizado la cirugía.

 

¿De dónde se obtiene el hueso para realizar el injerto?

 

Existen tres formas de obtener el hueso que va a ser posteriormente colocado al paciente:

 

  • Autoinjerto: el hueso se toma del propio paciente. Por ejemplo, de alguna zona de su mandíbula.
  • Aloinjerto: el hueso proviene de otra persona.
  • Sintético: el hueso se fabrica con un material artificial.

 

Como norma general, el tipo de injerto de hueso más adecuado es el autólogo, es decir, el del propio paciente.

 

Sin embargo, como hemos visto, no es la única opción. Por tanto, el implantólogo, en función del caso de cada paciente, será siempre el profesional más indicado para elegir la opción de tratamiento adecuada.

 

 

¿Qué tipos de injerto de hueso hay?

Una vez hemos explicado de dónde se obtiene el hueso, a continuación, vamos a centrarnos en los tres tipos de técnicas que hay para colocárselo al paciente.

 

  • Injerto particulado: el hueso obtenido se fracciona en partículas de pequeño tamaño antes de ser injertado
  • Injerto en bloque: se obtiene hueso de mayor tamaño de la zona donante y se injerta directamente en la boca del paciente
  • Injerto laminado: se extrae hueso en forma de pequeñas láminas para posteriormente injertarlo

 

Al igual que en el caso anterior, será el propio cirujano, cuando planifique el tratamiento, el profesional que determinará cuál es la opción más adecuada.

Qué es el injerto de hueso dental

¿En qué consiste el tratamiento?

En líneas generales, podemos decir que el tratamiento de injerto de hueso se lleva a cabo en dos fases:

Planificación

 

Al igual que cualquier otro procedimiento dental, el injerto de hueso comienza con el diagnóstico y la planificación.

 

Mediante una exploración y una serie de pruebas diagnósticas (radiografías y escáner en 3D), el implantólogo podrá determinar cuál es la opción de tratamiento más adecuada para el paciente.

 

Con ello, estudiará la cavidad oral de la persona y tomará una serie de medidas para conocer la altura y anchura del hueso, así como la calidad del mismo.

 

Una vez que haya determinado que el injerto óseo es adecuado para el paciente, procederá a planificar la cirugía.

 

 

Cirugía

 

La técnica quirúrgica más habitual para llevar a cabo un injerto de hueso es conocida con el nombre de elevación de seno.

 

Para llevar a cabo la elevación de seno, el implantólogo realizará una pequeña incisión en la zona donde debe hacerse el injerto.

 

Tras ello, colocará el injerto óseo y lo fijará al maxilar o la mandíbula del paciente.

 

Para terminar, el implantólogo dará unos puntos de sutura en la herida.

 

En algunos casos, el mismo día que se realiza la cirugía de elevación de seno también se pueden colocar los implantes.

 

En otros casos, se deben esperar entre tres y cuatro meses para que el nuevo hueso colocado se integre correctamente en la boca del paciente.

 

¿Es doloroso el injerto de hueso dental?

 

En términos generales, se puede afirmar que este procedimiento no resulta doloroso, ya que el injerto de hueso se lleva a cabo mediante anestesia local.

 

Por tanto, el paciente no sentirá dolor ni molestias durante la intervención.

 

Una vez esta haya concluido, el implantólogo explicará al paciente los cuidados postoperatorios que debe seguir en su casa y pautará la medicación a tomar.

 

Esto se debe a que, una vez que pase el efecto de la anestesia, el paciente sí podría llegar a experimentar dolor o molestias.

 

Sin embargo, estas son muy llevaderas con el uso de la medicación analgésica recetada por el dentista.

 

A pesar de que esta cirugía resulte sencilla, hay algunos pacientes que siguen sintiendo cierto nerviosismo ante ella.

Para estos, en Abaden contamos con sedación consciente, una técnica que se encuentra en escasas clínicas dentales pero que es muy beneficiosa para el paciente: le permite estar en un estado de relajación y semiconsciencia durante toda la cirugía.

 

 

¿Qué cuidados debo seguir tras el injerto de hueso?

 

Aunque, como acabamos de señalar, será el implantólogo el que ofrezca al paciente instrucciones precisas tras la cirugía, podemos ofrecerte una serie de pautas generales:

 

  • Evita cepillarte la zona intervenida el mismo día de la cirugía
  • Aplica frío local en la zona operada
  • Utiliza un enjuague con clorhexidina al día siguiente de la cirugía
  • Ingiere alimentos blandos y fríos los primeros días
  • Toma la medicación pautada por tu implantólogo
  • Evita el ejercicio físico intenso durante las dos primeras semanas

 

Todas estas medidas son muy eficaces para reducir los efectos secundarios tras la cirugía, como pueden ser la inflamación, el sangrado, el dolor o las infecciones.

 

El tiempo que debas seguirlas dependerá de lo que considere, y te explique, tu cirujano.

¿Puedo experimentar complicaciones tras el injerto de hueso?

 

Es cierto que ninguna intervención quirúrgica está completamente exenta de complicaciones.

 

Sin embargo, se puede decir que el riesgo de experimentar complicaciones tras el injerto de hueso es muy bajo.

 

Al contrario de lo que muchas personas puedan pensar, esta es una cirugía sencilla y muy poco invasiva. Y, además, se llevan a cabo cientos de ellas todos los días.

 

La complicación más frecuente tras el injerto de hueso podría ser la infección. Sin embargo, se puede prevenir, en la inmensa mayoría de los casos, siguiendo las instrucciones postoperatorias facilitadas por el implantólogo.

 

Y, en caso de que se produzca, puede ser tratada por el dentista mediante antibióticos y resuelta en pocos días.

 

¿Existe alguna alternativa al injerto de hueso?

En el caso de que un paciente no disponga de suficiente hueso, será necesario llevar a cabo el injerto óseo. En caso contrario, no se podrá colocar ningún tipo de implante dental.

 

Por tanto, la única alternativa posible será una prótesis removible, comúnmente conocida como dentadura postiza.

 

Sin embargo, la dentadura postiza es un tratamiento que no presenta, para el paciente, tantas ventajas como el implante. Esto se debe, fundamentalmente, a que no es una solución fija, como ocurre con los implantes.

 

Por tanto, es más incómoda, se mueve, puede ocasionar rozaduras y necesita ser retirada cada noche antes de ir a dormir.

 

En la inmensa mayoría de los casos, nuestro consejo, si no se dispone de suficiente hueso, es recurrir al injerto.

 

Como te decíamos, la cirugía es sencilla, poco invasiva y nuestros implantólogos la llevan a cabo todos los días. Además, si el procedimiento te causa cierto nerviosismo o preocupación, siempre puedes recurrir a la sedación dental.

Dra. Nuria Obradors
Dra. Nuria Obradors

Cirujana e implantóloga

La Dra. Núria Obradors ejerce en las áreas de Cirugía Oral y Periodontal, Cirugía Implantológica y Rehabilitación Protésica en las clínicas Abaden.

Licenciada en Odontología | Universitat Internacional de Catalunya.

Residencia Clínica en Cirugía Maxilofacial | Tufts University School of Dental Medicine (Boston, MA, USA)

Residencia Clínica en Implantología Oral | Universitat Internacional de Catalunya (UIC)