Dolor de encías: causas, tratamientos y prevención

Normalmente, el dolor de encías suele cursar con otros síntomas como el sangrado y la inflamación. En algunas ocasiones, las molestias son puntuales, no revisten gravedad y se pueden tratar desde casa. Sin embargo, casi siempre requieren una visita al dentista, para que este pueda descartar un problema bucodental de envergadura.
¿Por qué me duelen las encías?
La principal causa del dolor de encías son las enfermedades periodontales (gingivitis y periodontitis), las cuales tienen su origen en una falta de higiene oral.
- Gingivitis: la gingivitis es una enfermedad de las encías causada por la acumulación de placa bacteriana y sarro alrededor de los dientes. Normalmente, la gingivitis cursa con inflamación, sangrado y enrojecimiento de encías, así como con dolor.
- Periodontitis (piorrea): una gingivitis que no se trata avanza hasta una periodontitis, una enfermedad grave y crónica de las encías que puede provocar la caída de los dientes. Además, la periodontitis suele ocasionar retracción de encías, troneras (pequeños triángulos negros entre los dientes) y bolsas periodontales (depósitos en los que se acumula una gran cantidad de bacterias). Adicionalmente, la piorrea también puede producir dolor y/o sensibilidad.
Además de estas causas mayoritarias, existen otros motivos por los que las encías pueden doler:
- Cepillado o uso del hilo dental: cepillarse los dientes con excesiva fuerza o usar un cepillo con cerdas muy duras también puede causar dolor de encías. Lo mismo ocurre al utilizar el hilo dental aplicando demasiada presión en las encías. En estos casos, además de dolor también suele aparecer sangrado.
- Dientes impactados o en proceso de erupción: las muelas del juicio son el clásico ejemplo de que, cuando un diente está retenido en la encía o en proceso de erupción, puede provocar dolor. Además, el dolor de encías es muy habitual en los bebés a los que les están saliendo sus primeros dientes temporales (de leche).
- Durante o después de un blanqueamiento dental: aunque sean seguros, los geles blanqueantes utilizados durante este tratamiento contienen una serie de sustancias que pueden causar dolor de encías. Por ello, es fundamental que, en los blanqueamientos dentales que se usan en casa, el paciente siga estrictamente las instrucciones del dentista y use la cantidad de gel recomendada por este. En caso contrario, el producto puede llegar a las encías y provocar dolor y/o sensibilidad.
- Tras una limpieza bucodental profesional: durante una limpieza, el higienista debe tratar la superficie de los dientes para eliminar el sarro adherido. Debido a la cercanía de los dientes con las encías, cabe la posibilidad de que esta zona se irrite y duela transitoriamente.
- Tras una cirugía oral: la colocación de un implante o la extracción de una pieza dental requieren realizar una pequeña incisión en la encía. Como consecuencia, puede aparecer dolor en el tejido gingival, el cual desaparece cuando la herida se cura.
- Úlceras o llagas en la boca: las diferentes lesiones que aparecen en las encías (llagas, úlceras…) pueden causar dolor. Dichas lesiones se deben a múltiples circunstancias, como bajada de defensas, mordeduras accidentales, consumo de alimentos muy calientes, estrés, etc.
- Cambios hormonales: otra de las causas del dolor de encías se encuentra en los cambios hormonales propios de la mujer. Por ello, la sensibilidad y las molestias en las encías pueden aumentar durante la menstruación, el embarazo o la menopausia.
- Deficiencia nutricional: la falta de ciertas vitaminas, como la vitamina C y la vitamina B12, puede contribuir al dolor de encías. Lo mismo ocurre en casos de anemia, ya que la falta de hierro también favorece el dolor y la sensibilidad gingival.
- Bruxismo: es habitual que las personas que padecen bruxismo sufran dolores en encías y dientes, fruto del apretamiento que realizan con estos últimos, principalmente cuando duermen.
- Traumatismo en la boca: un golpe fuerte en la boca puede causar dolor de encías, así como otros problemas de diversa índole, como la pérdida de dientes. Por ello, ante un traumatismo de relativa consideración hay que acudir al dentista de inmediato para que haga una revisión y una radiografía de la boca.
¿Qué hacer para calmar el dolor de encías?
Para determinar cuál es la mejor manera para aliviar el dolor de encías es necesario identificar la causa que lo provoca. Como verás a continuación, muchas veces hay que acudir al dentista para calmar el dolor, mientras que en otras ocasiones el dolor puede ser tratado desde casa.
- Higiene bucodental profesional: este es el tratamiento más indicado cuando el dolor de encías está provocado por una gingivitis.
- Raspado y alisado radicular (curetaje): por su parte, este es el procedimiento recomendado cuando el paciente padece una periodontitis.
- Higiene oral en casa: mejorar la higiene diaria en casa es fundamental en casos de gingivitis y periodontitis. Dado que estas enfermedades se deben a una falta de higiene, es imprescindible aumentar la frecuencia de cepillado. En el caso de que el dolor de encías se deba a un cepillado dental demasiado agresivo, habrá que aplicar menos fuerza al cepillarse y usar un cepillo de cerdas blandas.
- Medicación analgésica: ante un dolor de encías agudo se pueden tomar fármacos analgésicos de venta libre. Sin embargo, es necesario que cualquier medicamento sea recetado por un médico o dentista. Normalmente, la medicación analgésica es necesaria tras las cirugías de implantes o de extracciones dentales, así como cuando el dolor de encías está provocado por la erupción de las muelas del juicio.
- Geles desensibilizantes: este tipo de productos se pueden comprar en farmacias y sirven para reducir las molestias leves que suelen provocar los tratamientos de blanqueamiento dental.
- Férula de descarga: este aparato es fundamental cuando el dolor de encías se debe al bruxismo.
- Compresas frías: la aplicación de frío también puede ayudar a calmar el dolor de encías. Por tanto, podemos decir que este es uno de los remedios caseros más útiles.
- Alimentos y bebidas que irriten las encías: las comidas y bebidas muy calientes, frías, azucaradas y picantes pueden agravar el dolor de encías. Por tanto, es mejor evitarlas mientras dura el dolor.
Las principal causa del dolor de encías es la existencia de una enfermedad periodontal.
¿Cómo prevenir el dolor de encías?
En una gran cantidad de casos, el dolor de encías se puede prevenir siguiendo una serie de hábitos saludables. A continuación, te contamos cuáles son:
- Mantén una buena higiene bucal: cepíllate los dientes después de cada comida y usa seda dental al menos una vez al día. Este hábito contribuye a prevenir la acumulación de placa bacteriana y sarro, que es la principal causa de gingivitis y periodontitis.
- Usa un cepillo de dientes de cerdas suaves: empieza a utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves y cepíllate los dientes y encías con suavidad. Para limpiar los dientes correctamente no hay que aplicar presión, sino hacer suaves movimientos de barrido.
- Visita regularmente al dentista: las revisiones frecuentes con el odontólogo (entre una y dos al año) ayudan a prevenir y detectar de manera temprana los problemas de encías que cursan con dolor.
- Mantén una dieta saludable: seguir una alimentación basada en vitaminas, minerales y antioxidantes ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y previene el dolor de encías.
- Limita el consumo de alimentos y bebidas azucaradas: el azúcar contribuye a la acumulación de placa bacteriana, lo que nos hace más propensos a sufrir enfermedades de las encías, además de caries.
- Deja de fumar: el tabaco debilita el sistema inmunológico, lo que hace que el organismo tenga más dificultades para combatir las enfermedades provocadas por bacterias, como la gingivitis y la periodontitis.
Una vez más, nos gustaría hacer hincapié en la importancia de apostar por la prevención del dolor de encías. En cualquier caso, si has notado cambios o molestias en tu tejido gingival, te recomendamos acudir a cualquiera de nuestras clínicas dentales para ser valorado por un odontólogo.