Reendodoncia: ¿Qué es y en qué casos está indicada?

La reendodoncia es un procedimiento al que se recurre en un pequeño porcentaje de casos, concretamente, cuando fracasa una endodoncia.
Y es que, la endodoncia es un tratamiento con un alto porcentaje de éxito, siempre y cuando se realice adecuadamente. Sin embargo, hay ocasiones en las que un diente endodonciado comienza a provocar dolor unas semanas o meses después de haber sido tratado.
Esto, en la inmensa mayoría de los casos, se produce porque la infección que propició el tratamiento endodóntico aún persiste. Por ello, el odontólogo debe “deshacer” el procedimiento anterior y volver a tratar la pieza dental mediante una reendodoncia.
¿Qué es una reendodoncia?
La reendodoncia es el tratamiento mediante el cual se vuelve a realizar una endodoncia en un diente que ya se había sometido a este procedimiento. Pero que, sin embargo, no ha respondido como se esperaba.
Cuando una pieza dental que ha sido previamente endodonciada muestra signos de dolor o infección, lo más recomendable suele ser la realización de una reendodoncia. De esta manera, se está tratando de dar una “segunda oportunidad” a un diente que, de no tratarse, habría que extraer.
Por ello, la reendodoncia es un tratamiento dental muy conservador que, en muchos casos, evita la extracción de la pieza dental y la posterior colocación de un implante.
¿En qué consiste la reendodoncia?
Los pasos para llevar a cabo una reendodoncia son muy similares a los de la endodoncia.
Sin embargo, antes de comenzar con el procedimiento es necesario llevar a cabo una limpieza previa.
Es decir, se debe retirar todo el material de relleno que se introdujo en el conducto radicular del diente durante el procedimiento endodóntico.
Una vez hecho esto, se debe limpiar el interior del diente para acabar con las bacterias y la infección. Y, a continuación, volver a rellenar el conducto radicular con gutapercha, un material moldeable y biocompatible.
¿Cuándo es necesario hacer una reendodoncia?
Tal y como ya hemos apuntado, la reendodoncia es un tratamiento al que se recurre cuando se ha realizado previamente una endodoncia que no ha conseguido los resultados esperados. Y, por ello, el dolor y la infección persisten en la pieza dental.
Los principales motivos por los que una endodoncia fracasa -y, por tanto, resulta necesaria una reendodoncia- son los siguientes:
1- Un conducto radicular sin limpiar
Las raíces de los dientes tienen una anatomía muy variable y, en ocasiones, compleja. Por ello, cabe la posibilidad de que algún conducto pase inadvertido para el dentista. Y, por tanto, se quede sin limpiar tras la primera endodoncia.
2- Una raíz se ha quedado corta
En otras ocasiones, el problema reside en que no se ha limpiado el final de la raíz. Es decir, es posible que se hayan limpiado todos los conductos radiculares pero que el odontólogo no haya podido llegar hasta el final de la raíz.
Esto puede suceder en los casos en los que las raíces tienen formas irregulares, son muy curvas o estrechas.
3- Existencia de conductos laterales
Una vez más, puede que sea la propia anatomía del diente la que dificulta el éxito de la endodoncia. Esto podría deberse a la presencia de conductos laterales que no se puedan limpiar correctamente.
4- Contaminación en el interior del diente
También cabe la posibilidad de que, durante la endodoncia, se introdujera en el interior del diente alguna sustancia que contaminara el procedimiento. Por ejemplo, saliva.
Esto puede suceder por un fallo en el aislamiento del diente. Si entra un agente exterior, se puede producir una infección.
5- Aparición de una caries
En algunas ocasiones, el procedimiento se realiza correctamente y concluye con éxito. Sin embargo, la aparición de un problema posterior, como una caries, puede volver a provocar una infección en un diente endodonciado.
6- Problemas con la corona o la reconstrucción
Otro problema posterior podría estar relacionado con la restauración de la endodoncia. Es decir, con la reconstrucción o la corona que se colocan tras terminar el tratamiento. Una grieta o fractura en la reconstrucción o la corona pueden ser la puerta de entrada de las bacterias.
¿Cuánto tiempo se tarda en hacer una reendodoncia?
El tiempo que se tarda en hacer una reendodoncia depende del grado de complejidad de la misma. Por ello, el tratamiento puede durar entre una y dos horas.
Aunque lo habitual es realizar la reendodoncia en una sola sesión, hay ocasiones en las que se lleva a cabo en dos citas. Esto sucede en los casos en los que el trabajo a hacer es especialmente completo.
¿Cuántos días duele una reendodoncia?
Lo más habitual es que, tras realizar la reendodoncia, el paciente comience a experimentar algo de dolor. Para ayudar a mitigarlo, así como para evitar la hinchazón de la zona, el endodoncista podrá pautar medicación analgésica y antiinflamatoria.
En cualquier caso, el dolor y las molestias suelen desaparecer entre 3 y 5 días después de haber realizado la reendodoncia. De todas formas, si el paciente presenta un dolor insoportable o la zona continúa dolorida pasado este periodo, lo más recomendable es acudir al dentista.
¿Cuánto tiempo dura una reendodoncia?
La respuesta a esta pregunta también depende de varios factores. Entre ellos, la complejidad de la reendodoncia y los cuidados de salud e higiene oral del propio paciente.
En el mejor de los casos, una reendodoncia llega a durar toda la vida. Sin embargo, hay ocasiones en las que, por diferentes motivos, el diente puede volver a ocasionar problemas.
En este punto será necesario realizar una visita al dentista que realizó la reendodoncia para que evalúe la situación de la boca y compruebe si se está produciendo el fracaso del tratamiento.
¿Cuánto cuesta hacer una reendodoncia?
El precio de una reendodoncia suele situarse entre los 250 y los 400 euros, aproximadamente.
Sin embargo, esta cifra puede variar en función de distintos factores. Por ejemplo, del tipo de diente que haya que reendodonciar o del grado de complejidad del tratamiento.
Conclusiones
Hay muchas personas que se preguntan si hay que pagar por una reendodoncia. Como has podido leer en este artículo, una endodoncia puede fracasar por distintos factores y no tiene por qué ser responsabilidad de un mal trabajo del dentista.
En algunas ocasiones, la propia endodoncia tiene un pronóstico incierto. Sin embargo, el odontólogo decide hacerla para darle una oportunidad al diente y evitar, por todos los medios, que haya que extraerlo y colocar un implante.