¿Cuáles son las funciones de la lengua?

La lengua es un conjunto de músculos que funcionan de forma rápida y precisa. Sin duda, es una de las grandes protagonistas de la boca, junto con los dientes, y juega un papel esencial en diferentes tareas de primera necesidad como puede ser comer, beber o hablar,
El hueso lingual está conectado con los músculos de la lengua, mientras que el frenillo la une con la laringe y la parte superior de la garganta.
Funciones de la lengua
A la hora de ingerir alimentos o bebidas, el trabajo de la lengua consiste en facilitar esa labor. Es la encargada de iniciar el proceso de tragado, puesto que envía el bolo alimenticio hacia la garganta.
De igual manera, convierte la alimentación en un proceso agradable, ya que las papilas gustativas permiten identificar y valorar el sabor de lo que tenemos en la boca. El componente de sabor de cada alimento se transfiere al cerebro gracias a las células sensoriales y nos ayudan a identificar qué está bueno y qué está malo. Así mismo, ayuda a generar saliva y ácido estomacal para favorecer la digestión.
En ese sentido, un buen proceso de masticación es crucial para evitar problemas estomacales y digestivos. Aunque los principales protagonistas son los diferentes tipos de dientes, la lengua se encarga de mover los alimentos para favorecer la masticación. Aunque muchos de nosotros lo hacemos ya de forma instintiva, existe una gran variedad de movimientos por parte de la lengua para mover los alimentos hacia los dientes y el paladar, y así formar un bolo adecuado para la deglución.
A la hora de beber, necesitamos la lengua para la labor de succión. Aunque en adultos no es tan necesaria, desempeña un papel crucial en los primeros compases de la vida de los bebés. Independientemente de que la lactancia sea directamente del pecho materno o a través del biberón, la lengua ayuda a que ese proceso tenga lugar de forma correcta, que la utilizan de forma instintiva para succionar la leche. Como es lógico, una mala alimentación en las primeras semanas de vida puede conllevar graves problemas, por lo que la función de la lengua es fundamental, aunque en ocasiones la pasemos por alto.
Por otro lado, no se puede pasar por alto el fin «recreativo» que tiene la lengua. Los besos son una de las formas predilectas de mostrar amor y deseo en la pareja, de manera que adquieren un papel decisivo a la hora de conducir las relaciones interpersonales. Evidentemente, cada persona se proyecta hacia el exterior como quiere y un buen dominio de la lengua puede ser el factor clave para dar unos besos que enamoren.
Con todo esto, debe garantizarse el buen estado de la lengua para evitar complicaciones, por lo que las revisiones periódicas al odontólogo serán imprescindibles. El dentista identificará cualquier problema de forma rápida y ofrecerá un tratamiento adecuando en caso de que sea necesario.