Un injerto de encía consiste en extraer tejido blando del propio paciente (normalmente del paladar) para insertarlo en una zona que presente retracción de encías. Es decir, el injerto se utiliza para cubrir una parte del diente que ha perdido tejido gingival.
Cuando el paciente presenta encías retraídas resulta fundamental abordar un injerto de encía. Esto se debe a que la encía sirve para proteger la raíz dental, la zona más sensible del diente. Si el paciente pierde tejido gingival y la raíz queda descubierta, experimentará una gran sensibilidad y molestias ante bebidas y alimentos fríos, calientes, ácidos o dulces.
Las principales ventajas del injerto de encía son las siguientes:
Hay muchas personas que sienten cierta aprensión hacia el injerto de encía. Sin embargo, al contrario de lo que pueda parecer, es una cirugía mínimamente invasiva y con una recuperación muy rápida.
Durante la intervención, el injerto de encía no duele, ya que el paciente está bajo los efectos de la anestesia local.
Una vez que el procedimiento ha terminado, el cirujano recetará medicación antiinflamatoria y analgésica al paciente. Esto reducirá al máximo el posible dolor y las molestias. Y, hará, por tanto, que el postoperatorio sea muy llevadero.
De hecho, la sensación que suelen describir los pacientes es la de sentir la zona caliente o quemada, como cuando se come una comida a mucha temperatura.
En España, el precio de un injerto de encía oscila entre los 200 y los 400 euros aproximadamente. Al igual que ocurre con otros procedimientos odontológicos, este precio varía en función de cada clínica dental.
Y, por supuesto, también depende de la técnica utilizada para realizar el injerto. Por ejemplo, el injerto de encía libre tiene un precio más económico que el injerto de tejido conectivo. En cualquier caso, debe ser el odontólogo quien determine cuál es la técnica más adecuada para cada paciente.
El equipo de Abaden dentistas trabaja de forma conjunta analizando tu caso en sesión clínica para decidir si es necesario realizar un injerto de tejido conectivo y de qué zona de la boca sacarlo.
La cirugía es sencilla y mínimamente invasiva. Consiste en sacar un trozo de encía de otra zona de la boca donde hay en exceso y colocarla en la zona que se necesite. Se colocan unos puntos para cerrar la herida y proteger la zona.
Una vez el injerto se ha adaptado correctamente en la zona colocada, se puede proceder a realizar el tratamiento que estaba previsto, por ejemplo colocar implantes dentales. En algunas ocasiones, el tratamiento es previo a la colocación del injerto.
Es muy importante, no únicamente en los injertos de tejido conectivo sino en todos los tratamientos dentales, que acudas a las revisiones para ver la evolución y controlar que todo funcione correctamente.
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La retracción de encías puede deberse a causas muy diversas. A continuación, te decimos cuáles son las más habituales:
No, esa es la principal razón por las que resulta necesario realizar un injerto de encía. El tejido gingival perdido no se recupera de manera espontánea. Y, por ello, es fundamental llevar a cabo una cirugía.
Después del injerto de encía debes comer alimentos blandos y fríos. Por ejemplo: cremas, pasta, huevos, pescado, verduras cocidas o yogures.
Lo más habitual es seguir esta dieta blanda y fría durante el día o los dos días siguientes a la cirugía. Sin embargo, lo más recomendable es adaptar este tiempo a las sensaciones que vaya teniendo el paciente al comer.
El injerto de encía tarda en cicatrizar una media de entre 7 y 15 días. Durante este periodo, el cirujano planifica una revisión para poder comprobar la evolución del postoperatorio, así como para determinar cuando retira los puntos de sutura al paciente.
Aproximadamente, un mes después de la intervención se podrá considerar que el tejido se ha integrado por completo, y que funciona de la misma manera que la encía natural del paciente.
El injerto de encía es un tratamiento muy sencillo. Sin embargo, al igual que cualquier otro procedimiento dental, no está exento de complicaciones, especialmente si no se siguen los debidos cuidados.
Las principales causas del fallo de un injerto de encía son el tabaco o los traumatismos. Para no experimentar un injerto fallido es fundamental no fumar durante el postoperatorio, así como reducir el riesgo de golpes o traumatismos. Esto último incluye evitar la práctica de cualquier deporte de contacto y extremar las precauciones durante el cepillado para no provocar una herida que comprometa la recuperación.
En nuestras clínicas ofrecemos soluciones de financiación flexibles, cómodas y adaptadas a tu presupuesto, para ayudarte a conseguir el tratamiento dental que necesitas.
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