Síntomas de la apnea del sueño: ¿cómo sé si la sufro?

Los síntomas de la apnea del sueño pueden ser muy variados: sentirse cansado a pesar de haber dormido, ronquidos fuertes y constantes, dolor de cabeza al despertarse… Además de afectar al descanso, la apnea del sueño puede provocar problemas de salud de distinta índole. En este artículo, nuestros odontólogos te cuentan todo lo que necesitas saber acerca de este trastorno y sus principales síntomas.
¿Qué es la apnea del sueño?
La apena del sueño es un trastorno respiratorio que provoca paradas en la respiración durante el descanso nocturno. Aunque la respiración se vuelve a reanudar, la apnea del sueño es una alteración potencialmente grave, ya que produce el cierre de la vía respiratoria superior durante algunos segundos, lo que interrumpe la entrada de oxígeno.
Por tanto, en estas pausas respiratorias el oxígeno no llega al cerebro, el corazón, los pulmones, los riñones y el resto de órganos esenciales, lo que aumenta los niveles de dióxido de carbono en el cuerpo.
Cuando el cerebro detecta que no hay suficiente oxígeno en el organismo, envía una señal para respirar. Normalmente, la respuesta de la persona a dicha señal es un ronquido especialmente fuerte que provoca un pequeño despertar y la reanudación de la respiración.
Por lo general, las personas que padecen apnea del sueño se despiertan varias veces durante la noche para respirar. Sin embargo, este espacio de tiempo es tan breve que no es suficiente para recordarlo al día siguiente. A pesar de ello, y como los despertares son recurrentes, quienes padecen este trastorno suelen despertarse cansados.
Normalmente, la apnea del sueño afecta a los adultos y se vuelve más frecuente a medida que la persona cumple años.
Síntomas de la apnea del sueño
Los síntomas de la apnea del sueño son fácilmente reconocibles. Si presentas alguno de los siguientes signos, te recomendamos que acudas a un médico o dentista:
- Ronquidos: es, probablemente, el síntoma más común que acompaña a las pausas en la respiración.
- Ahogo: al despertarse, es habitual que el paciente note una sensación de ahogo debido a la falta de oxígeno.
- Despertares súbitos: los pequeños despertares durante la noche se deben a la falta de oxígeno y al propio ronquido, el cual es tan fuerte que despierta a la persona.
- Pausas en la respiración: normalmente, este síntoma de la apnea del sueño es detectado por el compañero de habitación, no por la persona que padece el trastorno.
- Jadeos: igualmente, si el paciente duerme con otra persona, esta puede notar jadeos en su respiración.
- Dolor de cabeza: puede notarse por la mañana al despertar o durante todo el día.
- Sensación de tener un sueño poco reparador.
- Insomnio: la apnea del sueño conlleva dificultades para conciliar el sueño y para mantenerse dormido durante la noche.
- Hipersomnia: otro de los principales síntomas de la apnea del sueño es la somnolencia excesiva durante el día.
- Cambios en el estado de ánimo y de humor: la falta de descanso puede provocar irritabilidad, confusión, ansiedad o depresión.
- Olvidos y dificultad para mantener la atención durante el día.
- Boca seca: con la apnea del sueño, es habitual despertar con sensación de sequedad en la boca.
- Micción nocturna frecuente: otro de los síntomas de la apnea del sueño es la necesidad de ir varias veces al baño durante la noche (más de dos veces).
- Disminución de la función y del deseo sexual.
Causas de la apnea del sueño
Las principales causas y factores de riesgo de la apnea del sueño son los siguientes:
- Sobrepeso y obesidad, especialmente cuando el exceso de grasa se acumula alrededor del cuello.
- Circunferencia del cuello: generalmente, las personas que tienen un cuello más grueso suelen presentar unas vías respiratorias más estrechas, lo que aumenta el riesgo de padecer apnea del sueño.
- Alteraciones en las estructuras de la boca: un maxilar superior o una mandíbula pequeños también pueden causar apnea del sueño. Asimismo, el trastorno puede venir provocado por un paladar muy grande y flácido o por una base de la lengua demasiado gruesa.
- Edad avanzada: cuanto mayor sea el paciente, más probabilidad tiene de sufrir apnea del sueño.
- Sexo masculino: aunque la apnea del sueño puede darse en mujeres, es más frecuente en hombres. En el caso de la población femenina, el riesgo de padecer apnea aumenta con la menopausia y el sobrepeso.
- Antecedentes familiares.
- Congestión nasal: ya sea por cuestiones anatómicas o por un resfriado, la congestión nasal es otra de las causas de la apnea del sueño.
- Consumo de alcohol y medicamentos sedantes o tranquilizantes: ambas circunstancias relajan los músculos de la garganta.
- Tabaco: el hábito de fumar inflama las vías respiratorias superiores, por lo que el tabaquismo es otro de los factores de riesgo de la apnea del sueño.
- Determinadas enfermedades: existen ciertas patologías que aumentan la predisposición a sufrir apnea del sueño. Por ejemplo, la diabetes tipo 2, la hipertensión, la insuficiencia cardiaca, el síndrome de ovario poliquístico, los trastornos hormonales, los accidentes cerebrovasculares y las enfermedades pulmonares crónicas.
Los principales tratamientos contra los síntomas de la apnea del sueño son los dispositivos de avance mandibular y el CPAP.
¿Puede ser peligrosa la apnea del sueño?
La apnea del sueño es una enfermedad que provoca diversos riesgos para la salud y para la vida cotidiana. Algunos de los peligros que puede conllevar son:
- Cansancio y somnolencia: los múltiples despertares provocan que el paciente no tenga un sueño reparador, lo que aumenta la fatiga durante el día. Esto, a su vez, genera dificultades para concentrarse y puede causar somnolencia durante las actividades rutinarias (trabajar, ver la televisión, conducir…). De hecho, la apnea del sueño incrementa el peligro de sufrir accidentes de tráfico o laborales.
- Bajo desempeño laboral: igualmente, la somnolencia y la falta de descanso pueden conllevar un bajo rendimiento en el trabajo.
- Problemas de salud mental: dormir poco aumenta la tendencia a padecer ansiedad y depresión.
- Problemas cardiovasculares: la apnea del sueño provoca descensos del nivel de oxígeno en la sangre, lo que incrementa la presión arterial y el riesgo de padecer un accidente cerebrovascular.
- Diabetes de tipo 2: las personas con apnea del sueño pueden desarrollar resistencia a la insulina, lo que es la antesala de la diabetes.
- Complicaciones con la anestesia general: los trastornos respiratorios exigen un manejo especial durante y después de las cirugías con anestesia general, por lo que es importante avisar al médico anestesista de que se padece apnea del sueño.
- Problemas en los riñones: otro de los riesgos de la apnea del sueño son las alteraciones en la función hepática.
Tratamiento de la apnea del sueño
En función de la severidad de la apnea del sueño que presente el paciente, será necesario recurrir a un tratamiento u otro. Las principales opciones para eliminar los síntomas de la apnea del sueño son los dispositivos de avance mandibular y el CPAP:
Cambios en el estilo de vida
Si el caso es leve, lo más habitual es que el paciente deba llevar a cabo cambios en su estilo de vida como bajar de peso y dejar de fumar. También se puede recomendar un cambio de posición a la hora de dormir y, en caso de alergias que provoquen congestión nasal, recetar medicación antihistamínica.
Dispositivos de avance mandibular
Si las medidas anteriores no son suficientes, y el caso es moderado o leve, normalmente el tratamiento pasa por usar un dispositivo de avance mandibular (DAM) por las noches.
Como su nombre indica, este es un aparato que sirve para adelantar ligeramente la mandíbula. De esa manera, se facilita la entrada de aire durante el sueño y se evita la obstrucción de las vías respiratorias superiores.
CPAP
Sin embargo, en los casos de pacientes con apnea del sueño grave, el tratamiento más eficaz puede ser el CPAP. El CPAP es una máquina que sirve para administrar oxígeno al paciente mientras duerme a través de una mascarilla nasal que está conectada a dicha máquina. De este modo, proporciona de manera constante una presión de aire a las vías respiratorias, lo que las mantiene abiertas.
La apnea del sueño es un trastorno potencialmente grave que, de no tratarse, puede convertirse en un impedimento para hacer una vida normal. Entre otras cosas, la falta de descanso provoca una somnolencia continuada durante el día que puede causar olvidos importantes, bajo rendimiento laboral o accidentes.
Además, la apnea del sueño está muy relacionada con la posibilidad de padecer problemas cardiovasculares. Por tanto, lo más recomendable es ponerse en manos de un médico o dentista para tratar los síntomas de la apnea del sueño.